La sociología es el estudio de la vida social, el cambio social y las causas y consecuencias sociales de la conducta humana. Los sociólogos investigan la estructura y dinámica de grupos, organizaciones y sociedades y como las personas interactúan en esos contextos. Dado que toda la conducta humana es social, el interés de la sociología es muy amplio y abarca desde la vida íntima y familiar hasta el estudio de las naciones y procesos globales.

Los y las sociólogos intentan entender el trasfondo de los fenómenos sociales que en muchas oportunidades es invisible a los actores en la sociedad.

Los sociólogos y sociólogas usan y desarrollan conceptos y los comprueban con evidencia sistemática a través de variadas metodologías (encuestas, entrevistas, etnografías, focus groups, entre muchos otros). La sociología como modo de estudiar el mundo tiene varias salidas. Por una parte, una netamente académica, y por otra, una dimensión aplicada o profesional. La dimensión más académica permite a los sociólogos y sociólogas tener una visión global y crítica hacia las sociedades actuales que facilita su accionar como docentes, investigadores y ciudadanos. La disciplina tiene la capacidad de formular una visión científica y propuestas éticas hacia la sociedad, que le permita repensar y enfrentar sus contradicciones y problemas más fundamentales.

Esa misma visión científica y crítica está en la base de la dimensión profesional de la sociología. Las y los sociólogos se desempeñan profesionalmente en una amplia gama de organizaciones para que mejoren su funcionamiento. Hoy día la sociología cuenta con un amplio reconocimiento y prestigio por parte de distintas organizaciones y actores sociales (empresas, gobierno, organizaciones no gubernamentales), quienes la consideran una herramienta imprescindible para enriquecer su actuar.

Algunos ejemplos de las áreas de actividad profesional de los sociólogos son:

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